A mi padre
Arreando
burros flacos
cargados
de cebada
dos
campesinos viejos
suben a
pasos lentos
el cerro
que oscurece.
Y como sin
sentido
ya
siluetas pequeñas
ya
siluetas que se mueven
mas viejos
que los cerros
se pierden
en la noche.
Homero
Aridjis